Un equipo de investigadores de la Universidad de Cornell, en Nueva
York, desarrolló una forma de enfocar una imagen después de ser tomada
la fotografía. Esto que parece imposible, funciona grabando junto a cada
pixel, que es del tamaño aproximado de 7 micrones, información muy
particular sobre la imagen capturada. Luego, si la imagen quedó fuera de
foco, con determinado software se podría arreglar este inconveniente.
Esto, que podría llegar a reevolucionar la fotografía, podría tener como resultado una nueva generación de cámaras 3D.
El software de procesamiento, que tiene que relacionar datos
angulares y espaciales de todos los pixeles para producir el
reenfocamiento, lo hace mediante una Transformada de Fourier.
Imagen: Amazings / NCYT / JMC